Shiatsu para animales Parte I, el gran desconocido. En las últimas semanas os he compartido que estoy haciendo un curso de shiatsu para animales con Zendero animal.
Hacerlo en Madrid es una gozada ya que en El Nahual podemos encontrar muchas otras especies para convivir y aprender aunque yo me quiero centrar en perros.
La verdad es que llevo bastante tiempo queriendo hacerlo, pero hasta este año no he podido consolidar mi deseo.
Mi razón de querer hacerlo es que actualmente creo que estamos sobremedicados y debemos buscar otros tratamientos menos agresivos.
El shiatsu se puede aplicar tanto a humanos como animales y no solo a los perros: a caballos, ocas, gatos, conejos y a todo animal que lo necesite.
¿Qué es el shiatsu para animales?
Es una terapia manual que busca equilibrar la energía vital que corre por cada individuo, presionando diversos puntos del cuerpo.
Para estudiarlo, debemos conocer primeramente la anatomía del paciente a tratar para saber donde se encuentran sus puntos de energía.
Una vez identificados, podemos empezar a presentarnos al paciente con un pequeño masaje que nos sirva para mostrar nuestra intención y tranquilizarlo.
¿Cómo dar un masaje a un perro?
Cuando lo tenemos claro, podemos empezar a palpar los puntos e irnos familiarizando con la técnica.
Si algo me gusta de esta terapia, es que no necesitamos herramientas complejas para practicarlo. Con nuestros dedos y sensibilidad, podemos empezar a caminar y ayudar a otros.
¿Qué podemos tratar mediante el shiatsu?
Con el shiatsu tratamos de acompañar a los tratamientos veterinarios.
Es una terapia complementaria y no invasiva que les puede ayudar en su curación junto con un tratamiento adecuado.
Se puede usar también como medida de prevención en casos de hernias, como el caso de los teckel, o de artrosis en otras razas.
Pero, si vemos algo preocupante, debemos recomendar acudir a un veterinario o solicitar hacer una analítica.
Por ejemplo, en ocasiones nos ha pasado que hemos estado tratando a una de mis perras de una gastroenteritis muy aguda con pastillas y semanas más tarde ha empezado a tener problemas de hígado o riñón.
Complementando esta terapia, hubiéramos podido ayudarle a equilibrar sus puntos de energía y ayudar a aquellos órganos más afectados a funcionar correctamente.
Actualmente solo llevo dados dos módulos de los diez que consta el curso, pero puedo empezar a notar donde están más faltas de energía y donde tienen más excedente.
Pronto comenzaré a conocer más de los órganos y las relaciones para poder hacer diagnósticos y poder entender más del funcionamiento de nuestro cuerpo.
Estoy deseando continuar y seguir aprendiendo y por supuesto, os lo iré contando para que os animéis a probarlo.
Si queréis saber cómo acabé el curso, os animo a continuar leyendo en Curso Shiatsu para animales parte II
¿Alguien conoce más terapias alternativas? ¿Las practicáis con vuestros animales?
Nos vemos el próximo día
Un abrazo y maletón perruno.
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